En la mira

Seguimos creciendo

 

Código Diez sigue creciendo. En esta ocasión damos la bienvenida a Tania Diez Peñaloza, talentosa investigadora a cargo de ArquitecTOURa, nueva sección en la que nos entrega una magnífica colaboración acerca de “El testigo insobornable de la historia”.

Ciberinfinito, bajo la pluma de Severino D. Montecristo, sigue la línea de reflexión que nos señaló en la edición pasada de este sitio.

La lista de Poesías inolvidables va en aumento, ahora inclusive con textos en náhuatl, dialecto original en que fueron desarrollados, y su respectiva traducción al español. Piezas tan bellas como la que contiene estas palabras: “¿He de irme como las flores que perecieron? ¿Nada quedará de mi nombre? ¿Nada de mi fama aquí en la tierra? ¡Al menos mis flores, al menos mis cantos!”.

Claro que habrá sorpresas. El plan es seguir en esta larga caminata de 8 mil kilómetros cuyos primeros pasos estamos dando.

Como dijo el poeta: No hay camino, se hace camino al andar, golpe a golpe, verso a verso.

La esperanza, al voltear la vista, es ver la huella que recuerde nuestro paso. Que queden ¡Al menos mis flores, al menos mis cantos!

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